Guadalupe Ortiz de Landázuri

Guadalupe Ortiz es beata de la Iglesia Católica, término cuyo significado es feliz, bienaventurada, pues goza de la vida eterna. Fue doctora en química, investigadora, profesora, una mujer valiente y emprendedora que dejó su país de origen para cumplir una misión compartiendo su vida, su carisma, en la obra del Opus Dei y apoyando a los menos favorecidos.

Nació en Madrid el 12 de diciembre de 1916, hija de Manuel Ortiz de Landázauri García, militar español y de Eulogia Fernández de Heredia y Gastagaña. Estudió el bachillerato en el Colegio Marista de Nuestra Señora del Pilar en Tetuán, como única estudiante femenina. Cuando se trasladaron a Madrid en 1932, continuó sus estudios en el Instituto Miguel de Cervantes. En 1933 inició la licenciatura en Ciencias Químicas en la Universidad Central de Madrid, siendo una de las únicas cuatro estudiantes mujeres. Tuvo que interrumpir sus estudios con el estallido de la Guerra Civil en 1936, en la cual su padre fue fusilado el 8 de septiembre de 1936.

En 1940 concluyó su licenciatura y comenzó a dar clases en el Liceo Francés y en el Colegio de la Bienaventurada Virgen María. Tras conocer a San Josemaría Escrivá de Balaguer, decidió ingresar al Opus Dei como numeraria. Para 1947 había dirigido el centro de la administración del Colegio Mayor Abando y la residencia universitaria Zurbarán, además se matriculó en los cursos de doctorado.

En 1956 se trasladó a México para comenzar la obra femenina del Opus Dei en ese país. Fue nombrada secretaria de la Asesoría Regional, favoreció una residencia universitaria en la Ciudad de México, inició estudios de posgrado en la UNAM y puso en marcha el colegio Montefalco en Morelos. Para 1956 San Josemaría la llamó para colaborar en el gobierno del Opus Dei en Roma y tras una insuficiencia cardíaca, regresó a Madrid en 1958, donde dio clases en el instituto Ramiro de Maeztu y en la Escuela de Maestría Industrial, donde se convirtió en catedrática y subdirectora.

Defendió su tesis doctoral sobre “Refractarios aislantes en cenizas de cascarilla de arroz” en 1968 y fue premiada obteniendo un sobresaliente cum laude. En 1975, fue operada en Navarra por una insuficiencia respiratoria y falleció el 16 de Julio.

Por su ejemplar vida cristiana y por su cercanía a la ciencia, llevandola incluso a la santidad, es que decidimos nombrar esta asociación en su honor.